viernes, 30 de agosto de 2019

A tí

Y a tí el que nunca nombro,
el que siempre pienso.
A tí que eres bueno por ser libre
y sostener mis deseos.
El aliento que se disuelve en los suspiros.
Eres en mi deprimente caso, el eterno fantasma del delirio,
el espejismo del desierto que promete agua.
La satisfacción por tiempos.
La medicina a dosis que jamás deberá ser rebasada,
a menos que quiera morir de éxtasis alguna vez.
La fantasía del semental fecundador, el dios Pan en mi lecho.
A tí que me has permitido ensoñar por un cuarto de siglo en el romance por goteo,
te mando estos ecos,
esta espuma en la oleada de réplica,
esperando que en tus orillas haya la felicidad del consuelo...
porque de a poco en poco nuestra cabeza se va poblando de canas.
Amarte a pesar del tiempo,
a pesar de la disminución de las fuerzas,
a pesar de las circunstancias,
de la distancia,
de la ausencia.
Pervives como el mito de lo que no puede ser nombrado.

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