DIALOGO CERO
Ella me dijo: ¿Tú me dirás qué se siente? No entiendo a las
mujeres que se conforman con ser la amante, haciendo sombra.
Yo contesté: Lo siento, no estoy orgullosa, pero es como
tomar algo prestado y devolverlo en su lugar.
Y continué: Son míos los momentos intensos, la contención
del aliento, la paciencia, la remembranza y la añoranza.
No sé de él cuando está enfermo, cuando se enoja, cuando
tiene problemas, no lo puedo cobijar.
Pero nadie lo tiene como yo, es como la tilde de manera
diacrítica.
Tal vez no llegue a ser el dormir y despertar uno al lado
del otro, es probable… pero no cambio la embriaguez que me ha provocado, la
esperanza y la juventud sostenida.
Yo le pregunté: ¿cómo puedes dormir con él a diario y haber
perdido el deseo? ¿cuántas veces has rechazado su beso teniéndolo a diario?. ¿Cuándo te hartaste de él?, ¿has pensado que alguien más le añora?
Si hay otra, Ella sabe qué se siente, cómo duele y como se
goza. Más le vale no desear tu lugar, pues ella se queda con el néctar y te
deja en el regazo los sinsabores.
No hay comentarios:
Publicar un comentario