miércoles, 23 de julio de 2014

Negación al margen

Por misericordia a mí misma
dejé que se marchitara el agrio amor que sembraste
mis retoños tóxicos de mala hierba
no me mataban,
pero dolorosamente mutaban y reproducían

Odiar es una sensación espantosa
carcome las entrañas
apesta las conversaciones
quita el sueño
pervierte los encuentros
se angustia con la felicidad ajena

Muchos años después
y muchos falos después
me dí cuenta que
perdonarte era la mejor venganza
y tratarte como extraño

Pretender que no te conocía
preferir la amnesia voluntaria
describir los descubrimientos fútiles
como si se tratase
de la única cosa importante

Dejé de meter hombres en mi cama
dejé de buscar razones para odiarte
me concentré en la felicidad absurda
del día a día

Me deshice del obsoleto dolor
y confeccioné ropas nuevas
para este cuerpo
que hace años había dejado
de ser esbelto y joven

Es curioso
en lugar de moscas
llegaron abejas y colibríes

Dejé de ser cadáver
renacieron las lluvias
no sabía que al secarse la flor
se llena de semillas


1 comentario:

Luis Octavio dijo...

Poesía es poesía, hay que leerla, disfrutarla, volverla a leer y disfrutar.

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