Para los esclavos de la modernidad
Viernes y Lunes son las puntas del comienzo y fin
una la pizca de libertad
en la que nuestros cuerpos acurrucados en la cama
pueden contemplarse
abrazarse con zeta
abrasarse con ese
Viernes en la tarde
sábados y domingos perezosos
la desidia de las carnes asadas
las cervezas en la mano
las tardes de cine
los balnearios atestados
las piruetas de los amantes en la recámara
Una pizca de vida
Un descanso en la agenda y el calendario
En el que dejamos de ser recurso humano
Y recordamos que aún nos habita la persona
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