lunes, 21 de octubre de 2013

Te espero en medio del cielo


Mientras caigo del precipicio, sé que es imposible estrellarme,  si bato mis alas y despego, es probable que contemple tu caída… mis alas no resistirán el peso de tu inexperiencia. Te advertí de no invitarme a volar, pues el cielo es mío, en cambio tú nunca has salido del nido.

El precipicio te reclama implacable. Pero me pediste volar contigo, durante tres meses… si te tomo y vuelas a costa de mis alas, en cuanto te suelte, caerás de nuevo, si te dejo sobre tierra firme, me acusarás de haberte abandonado… el precipicio tiene su propio poder y de  verdad, tiene a sus propios guardianes.

Bate con fuerza tus propias alas… te espero en medio del cielo


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